lunes, 1 de febrero de 2010

Ya está


Ya está. Ya se acabó, el suplicio de tenerte al lado y no poder sentirte mía. En verdad, puede que nunca lo hayas sido. Tan sólo una absurda, y gratificante ensoñación. Tras tantos susurros, tras tantos suspiros ahogados que se deshacían en mil plegarias para que no acabaran nuestras noches, tras tantos abrazos, rotos ahora por la distancia, y detrás de nuestros silencios, detrás de todos esos besos que se fueron en el último metro, al final de todo aquello, lamentablemente, se acabó.
Y no como en los cuentos con final feliz. Simplemente es un final. O es un punto y seguido. ¿Cambio de párrafo? O tal vez una pausa en el camino. Quien sabe.

Sueño que empieza una canción, vivo en el eco de su voz entretenido. Sigo la estela de su olor que me susurra vámonos... vente conmigo
Abrí los ojos para ver, con el destino me encontré de cara. Lo tengo todo a medio hacer, me preguntaba si tal vez.. ¿mañana?

Quizá puedas seguir escribiendo el guión de la obra que quieres, de la que te apetece vivir. Recuerda, porque quieres, porque eres como quieres ser. Estoy orgulloso de ti.

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