y tus mentiras

Mentir, sabes que no puedo. Mentir, sabes que no puedes. Porque aunque sueñes con otros cuerpos y logres llegar a dominarlos. Aunque comas de otras bocas y sientas sabores que te catapulten a un éxtasis continuo. Más aun, aunque folles con tipos diferentes, de la tele, anónimos, sublimes o musculosos... Nada te va a hacer sentir igual, en todo caso, será follar. Lo sabes bien. Porque nadie es igual que yo. Y a mí, amiga mía, más de lo mismo me ocurre.
Y aunque me guste que me mientas, no me apetece decirte adiós. Nunca has sido mía, y tampoco lo serás. Pero has sido lo suficiente para dejar tu sello como ele registrada en lo más profundo de mi ser. O de mi serdo, que ya nos vamos conociendo.
Y yo que quieres que te diga.. si mis pies están pegados a esta tierra y mi alma vuela siempre en parapente.. Los ojos no son para cerrarlos, las manos son para acariciar y la conciencia… Ay! La conciencia, está para joder la mayoría de las veces.
Pero nunca nos dijimos adiós. Recuerda, es un simple hasta luego lo que nos separó del camino en aquel viejo andén. O fue aquel viernes por la mañana en que no te querías ir del calor de mi habitación. O tal vez aquel sábado que pasamos abrazados en la playa viendo como las olas se suicidaban en la costa. Ya sé, será este jueves en el bar de siempre…
Y aunque me queme por dentro, la jaula está abierta, El pájaro decide si se queda a dormir o vuela, bribonzuelo…