viernes, 16 de noviembre de 2012

Llamas


Permanecía sentada enfrente de las llamas que se regodeaban en la chimenea. De repente él entró y se acercó a su lado. Dulcemente le besó en la mejilla y le preguntó:
- Amor, ¿qué haces?
- Quemando los recuerdos de un pasado
- ¿y eso? – Preguntó el extrañado.
- Para que podamos forjar nuestro futuro. – Le sonrió como nunca antes lo había hecho. En sus ojos había más llamas que en su espalda. Y ambos se fundieron en un eterno sueño del que no quisieron despertar...
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Y es que los sueños a veces se hacen realidad..