viernes, 27 de enero de 2012

Ganas de ti

Acabo de acordarme de tu ser. Y no porque esté delante del escritorio y recuerde con deseo nuestros ratos encima del tuyo. No porque vaya casi sin ropa y te recuerde cómo llegaste a este mundo y tan caliente me pone. No porque tu sonrisa pícara me seduzca y me haga vibrar hasta cuando estoy dentro de ti. No porque haga frío y busque uno de tus abrazos calentitos... No... Símplemente tengo ganas de ti...
Y de ver qué nos depara esta noche. De buscar un nuevo amanecer, de volver a recorrer tu piel. De perforar tu alma con la mía y fundirnos en una sola llama. De volver a ver tu cara y sonreir... por eso hoy tengo ganas de ti...

martes, 10 de enero de 2012

Crack!!

Éxistos y fracasos rondan nuestros pies y envuelven nuestro rostro corpóreo y también el etéreo, ése que llevamos por dentro y que muestra cómo nos afecta todo.
Hoy un escalofrío recorre mi espalda y me recuerda más que nunca que soy mortal, y como todos, de fugaz existencia. Y como todos los mortales portador de sentimiento y sentidos, que ahora mismo perturban mi existir.
Un rayo parte mi espalda y ronda mi nuca, abate mis ganas y llama mis lágrimas, mira la frustración frente a frente riéndose de mi.
Y yo clamo venganza ahogando un grito que me rompe también por dentro y no me deja cerrar los ojos y la boca mientras el trueno regresa a mi cabeza y hace en ella un agujero de donde caen mis ideas y buenos sentimientos. 
Y no me cago en dios porque no creo, pero sí en la puta suerte y en la maldita hora que aquel frío invisible del pinchazo rajó mi espalda en dos, abriendo mi alma en canal, dándome el susto de mi vida, jodiendo mi existencia.
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Vuanta tontería puedo soltar para que acabe siendo una contractura.. Que duele y molesta, y me asusté de cojones, ya había tenido malas experiencias.. Reposo, antiinflamatorios y calor... y a ver si con suerte legamos decentes a sabado que hay partido y quiero, QUIERO, jugar..
Buena semana a todos!!!

lunes, 2 de enero de 2012

La noche del exilio

La noche en la que me tiraste de la cama aprendí a echarte de menos, más de lo que ya lo hacía cuando la distancia se empeñaba en separarnos. Porque el calor vacío de las mantas no apaciguaba el ardor de mis entrañas. Porque el dulce tacto de las sábanas nunca podrá competir con los entresijos de tu piel.
La noche en que los besos se quedaron cortos ya que rompían el silencio, la noche en que tus piernas sólo las separaba mi lujuria que quería enfrentarse a la tuya.
Y así, siendo dueña y señora de mi cama, te negaste a recibir mi cariño dejando arriba el mástil y abajo las banderas que tuve que recoger y con ellas volver a vestirme en humilde retirada.
Y yo en brazos de otro lecho me aferré al brazo de los sueños para que al menos pudieras descansar. Y en mi exilio, aún en la distancia, aún bajo la hermética oscuridad de mi cuarto, perfilaba tu silueta y ahí, es cuando definitivamente supe que eras para mí.
Porque compartimos sueños, formamos realidades y el camino de la utopía es posible si ambos vamos de la mano.




Un nuevo año, un nuevo amanecer, una nueva era...