Todo tiene sentido

Caminaba despacio por la acera mojada, la fina lluvia que hoy caía le mojaba tímidamente la ropa, como queríendo rozar su presencia simplemente. El viento había cesado y viendo que no pasaba nadie, cruzó la carretera...

Podría estar escribiendo frases enteras con medios sentidos de terceras personas pero a nadie le importaría. Si un cuarto opinase lo que le sugiere tal vez el quinto se decida a hacer lo mismo, y así el sexto y el séptimo. Bueno, pararé de contar porque el ocho se pone cochino y al nueve se le levanta el rabillo y se puede liar parda con tanto numerillo.

Y es que a esto recurro, a mezclar frases que aparentemente no tienen sentido entre sí (Elvis sigue vivo) pero que contienen un transfondo espiritual, quizás ajeno a este mundo (aunque sólo a ratos), quizás perplejo por la cantidad de escoria que puede salir de los dedos de un servidor. Porque escribir por escribir está bien, pero mejor que tenga un sentido como las agujas del reloj donde de vez en cuando me quedo emparrado mirándolas y deseando que sea la hora, que llegue el momento. ¿De qué? A ti te lo voy a decir.

Son ya más de las 12, aún no he cenado y no tengo ni hambre. Y suena la alarma del reloj, un reloj casi muerto del que apenas recuerdo su existéncia, me recuerda que sigue ahí y exige retribuciones por los servicios prestados. Estas tu que sí, despido libre, como quieren los grandes empresarios. Asi que nada my old clock, sigue esperando donde quiera que tu estés. Quedas condenado por el capitalismo, así sea. ¿Debería decir amén? Quien CREA que lo diga.

... Seguía caminando bajo la lluvia, que sensación más agradable, caminar un viernes cuando la universidad esta casi vacía, viendo a los demás fluir con demasiada rapidez en sus mundos... Disfrutando a sorbitos de esta realidad en la que estoy metido, relajando el hombro cargado de tanto entreno y notando el sabor del trabajo bien hecho. Ya me tocaba. Porque después de llover sale el arcoiris.