lunes, 21 de diciembre de 2009

No title


Qué difícil es poner un título.

Porque a la mitad del escrito me da por cambiarlo, porque creo que no refleja lo que acabo de escribir. Porque es soso, demasiado breve, ¿extenso tal vez?

Podría ser soez de primeras, alomejor eso va a mi favor, pero si no lo es...

Cuantos quebraderos de cabeza me dan los títulos, que socorrido es escribir poesía y poner en el nombre de los poemas la primera frase del susodicho, o la última, o esa estrofa que se repite una y otra vez dándole musicalidad.

A veces lo paso peor que los traductores de cine español cuando cambian los carteles del ingles al español. The fast & the furius = A todo gas?? que yo sepa ahí dice el rápido y furioso, o algo por el estilo, y como ese multitud de los que no me apetece ni acordarme.

Pero bueno, peor o paso en los finales de mis relatos breves, acaban todos igual, con un final pésimo o si me esfuerzo mucho y logro acabarlo, mediocre. Y es que me encanta escribir, pero a veces me aburro hasta yo mismo, y no por malo ni por lo contrario, sino por la sensación de novedad. Cuando llevo mucho tiempo escribiendo algo pierdo el interés, leer una y otra vez las cosas para que tenga sentido me aburre. Lo siento, pero no tengo madera de gran escritor, tal vez ni de mediocre, lo siento Sara. Pero sabes que de vez en cuando puedo sorprender con algun que otro poema que te absorve hasta que paras de leerlo. O tal vez me ponga a escribir relatos tan breves que te los tengas que leer del tirón, porque la emoción amig@ mi@, está asegurada.

Ahora que lo pienso soy tan malo vendiéndome como adjudicando títulos, tal vez un buen vaso de vino al calor de una hoguerita me vendría bien, que coño, de puta madre. Pero seamos realistas, apenas bebo vino solo (mejor en compañía), sólo en grandes ocaisones, y no, no dispongo de chimenea hogareña donde disfrutar de cálidos momentos de lectura, escritura y porque no, de sexo, que nunca viene mal un polvo, sea donde sea.

La verdad es que estoy en mi habitación a oscuras escribiendo de mala manera tumbado en la cama. Y los bostezos cada vez son más asiduos, y el sueño hace mella en mis ganas de escribir. Por suerte el título del post de hoy es fácil, sencillo y para toda la familia.
Y como he venido me voy. Y no digo más, que luego to' se sabe.

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