lunes, 2 de enero de 2012

La noche del exilio

La noche en la que me tiraste de la cama aprendí a echarte de menos, más de lo que ya lo hacía cuando la distancia se empeñaba en separarnos. Porque el calor vacío de las mantas no apaciguaba el ardor de mis entrañas. Porque el dulce tacto de las sábanas nunca podrá competir con los entresijos de tu piel.
La noche en que los besos se quedaron cortos ya que rompían el silencio, la noche en que tus piernas sólo las separaba mi lujuria que quería enfrentarse a la tuya.
Y así, siendo dueña y señora de mi cama, te negaste a recibir mi cariño dejando arriba el mástil y abajo las banderas que tuve que recoger y con ellas volver a vestirme en humilde retirada.
Y yo en brazos de otro lecho me aferré al brazo de los sueños para que al menos pudieras descansar. Y en mi exilio, aún en la distancia, aún bajo la hermética oscuridad de mi cuarto, perfilaba tu silueta y ahí, es cuando definitivamente supe que eras para mí.
Porque compartimos sueños, formamos realidades y el camino de la utopía es posible si ambos vamos de la mano.




Un nuevo año, un nuevo amanecer, una nueva era...

4 comentarios:

  1. Ojalá que ese nuevo año, amanecer y nueva era nos traiga más sueños compartidos y mucho amor, incluso cuando la distancia se presente como obstáculo y tengamos que apartarla de nuestro camino.
    Un besote y feliz año!

    ResponderEliminar
  2. Espectacular, me ha gustado mucho.
    La última frase TOP

    ResponderEliminar
  3. Ay!! los exiliados sufren la ausencia de los afectos :)
    Feliz año
    Besos

    ResponderEliminar
  4. Feliz año y que siga la inspiración

    ResponderEliminar