El futuro

Es hora de volver a empezar, de replantearnos cuál va a ser nuestro futuro, cómo queremos que sea y cómo vamos a llegar a él. Siempre veo las mismas caras alrededor, amigos, familiares, vecinos, todos con un componente común: la edad. Casi todos suelen superar la mayoría de edad. Pero ¿Dónde está el futuro? ¿Y los niños?

Si algo nos caracteriza a los republicanos es nuestro carácter democrático, y es por ello por lo que debemos hacer algo para que nuestro conocimiento llegue a todos, hasta los más pequeños. No somos un grupo de viejos rojos locos con anhelos de tiempos lejanos. Somos un grupo heterogéneo en edad, sexo y opciones políticas y por ello, pensamos que es necesario ampliar el conocimiento republicano. Cuantos más sepan qué se hizo, porqué y cómo, mejor. Pensamos que es necesario formar a una sociedad que sea capaz de decidir por sí misma, de elegir cómo quiere vivir, ya está bien que nos impongan un Estado que no nos representa.

Por ello es nuestro deber transmitir nuestros sueños, esperanzas e ideales al pueblo, pero sobre todo a los más pequeños. Es necesario que conozcan los valores por los que lucharon nuestros mayores y por los que nosotros seguimos luchando. Tenemos que darle a la juventud, la posibilidad de conocer algo que se le niega hasta bien entrada la adolescencia, cuando ya muchos desertan del sistema educativo o han perdido la fe en él. No hace falta que tengan un mínimo de edad para conocer la República, pues esta está hecha por todos y para todos. Cuanto antes sepan, antes empezarán sus preguntas, sus ansias de conocimiento. Vivimos en la era de las comunicaciones, usémoslas a nuestro favor. Aprovechemos también la experiencia de nuestros mayores, sus anécdotas, las historias que ellos oyeron de sus padres. Dejemos que la curiosidad despierte su mente “aBorbonada” por los medios y por una “supuesta” tradición. Ayudémosles explicando las bondades y posibilidades de lo que queremos que sea España, esto señores, y perdónenme la expresión, sí que es patriotismo.

No buscamos crear afiliados a ningún partido político, simplemente acercarles nuestra historia, explicársela con pelos y señales y que cuando oigan República, sepan lo que es, que aquí tuvimos, no una, sino dos, y que ambas fueron erradicadas con sendos golpes de Estado, por la fuerza, obligando al pueblo, sometiéndolo a su voluntad. Buscamos la enseñanza, no la utopía. La libertad de elección, no la imposición. La democracia verdadera, no esta farsa que nos quisieron vender. Pensamos que son buenos argumentos para enseñar a los niños, porque todos queremos lo mejor para ellos.

Como docentes, exijamos República en nuestros colegios, como contenido en el Currículum o como mínimo como Tema Transversal. Como ciudadanos exijámonos compartir nuestro conocimiento con ellos, respondiendo a sus preguntas o creándoselas nosotros mismos, ejercitarán su capacidad de raciocinio e irán conociendo que existen alternativas posibles para vivir. No nos remitamos sólo a los días conmemorativos para difundir la República, llevemos chapas, pines, camisetas, algo representativo para que quien no sepa que pregunte qué es lo que llevamos y nos dé opción a responderle y explicarle. Pero lo más importante, tengamos fe en el futuro, ese futuro son nuestros hijos, sobrinos y demás niños del pueblo.

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Si alguien tiene algún comentario crítico-constructivo, su aportación será bien recibida. El texto está sUjeto a cambios antes de que sea leído oficialmente el sábado en el acto. Salud y REPÚBLICA


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