Bribriblibli...

En el más sucio rincón de mi corazón
habita un ser que no se si es humano,
si tiene cabeza y pies y no sé qué es peor
si mirarlo o matarlo.
En el más sucio rincón de mi interior
sueño con tu piel y me siento mejor
recordando viejos momentos iracundos
de desnudos y desnudeces,
bailando al son el calor y al compás del reloj.
Y me siento mejor cuando no siento sed,
apagados los fuegos del ayer
con la lengua que jugué
al gato y al ratón,

sin apenas recordar
que mis penas ahogué,
entre tus piernas y tu edredón.
En el más sucio rincón de mi pantalón
por la parte de delante y no de atrás,
por tu culpa y la mía,

por tus besos diminutos y las caricias
de tu brazo y de tu averno
y del roce de tu cuerpo.
Te regalo mis canciones,
y te apunto con mi miembro,
siempre hablando de lo mismo
no sé ya ni lo que pienso.
En el más sucio rincón de mi perol
viven sábanas pegadas a tu cuerpo
y tu cuerpo pegado al mio.
En el más sucio rincón de mi razón,
vive tu sueño colgando en mi boca,
rozando tu lengua de terciopelo
sintiendo el dulce licor del caramelo
que habita en mi interior.
En el más sucio rincón de mi canción
sólo salen nombres de mujer
y de entre todos ellos
sólo un amanecer.
Bribliblibli...


No pienses que pienso siempre en lo mismo. Piensa que pienso en tí, en todos mi compañeros y en mi primero..