En el colegio una joven maestra hace una pregunta a los niños:
- Si tuvierais que elegir algo que encontraros en el fin del mundo, ¿qué elegiríais?
- Encontrarme a todos los juguetes del mundo!!! gritó Manolito
- Pues yo quiero ver a todos mis amigos para poder jugar con ellos siempre!! sonrió la pequeña Sara
- A mi me gustaría encontrar una pastelería como la de mi madre.. pensó entre susurros Jonathan
- Bicicletas
- Más juguetes
Algún crío muy vivo dijo hasta dinero
y demás posesiones fueron saliendo a la luz al final del viaje
hasta que María le preguntó a la señorita:
- Y usted que le gustaría encontrarse??
La señorita se lo pensó un segundo antes de ponerse colorada y cambiar de tema..
- Bien niños, es la hora, recogemos y para casa, mañana traed los deberes hechos!!
Lo que puso colorada a la maestra es que por un instante no le importaban las posesiones materiales, ese dinero que casi todo lo puede comprar, ni las cosas a las que se podía acceder con él, ni su familia, que sabía que ya en el fondo le acompañaban en aquel viaje y en toda la vida. Lo que de verdad deseaba la maestra era un compañero con el que compartir aquellas vistas, aquellos mundos extraños y verlos con otros ojos.
Y esa noche la maestra deseó con todas sus fuerzas viajar al fin del mundo..
Un relato muy hermoso.A veces con esda compañia es suficiente para llegar al fin del mundo
ResponderEliminarUn abrazo
Eso lo has vivido tú y haces como si fuera una profesora? :P
ResponderEliminarTodos deseamos tener a alguien que nos quiera y ser correspondido
ResponderEliminarQue hermoso!! y el fin del mundo en Cataratas del Iguazú en buena compañia me sabe a paraiso
ResponderEliminarBesos